Publicada en la revista VÍa Arquitectura nº 13
Memoria
Una ladera. Se ve desde lejos y desde ella se mira lejos también, hasta la sierra de Gredos. El paisaje tiene un papel central en esta residencia como fondo para la vida diaria, captado a través de los huecos y reproducido sobre las cubiertas. Esta influencia exterior ha condicionado la forma y disposición de los espacios. Incluso algunas habitaciones han sufrido giros y deformaciones en este proceso.
La disposición en ladera favorece también la accesibilidad a todas las plantas desde el exterior.
El programa. Había que alojar a personas que tienen en común su edad avanzada. Se tienen que sentir cómodos, orientados, activos y con el mayor grado posible de autonomía. En este tipo de alojamientos es difícil tener la intimidad necesaria para preservar la individualidad. Con este objetivo la estructura del edificio se pone al servicio de los espacios privados: las habitaciones. Todas debían disfrutar de las privilegiadas vistas y tener el tamaño suficiente para ser usadas cómodamente durante el día, al margen de su uso como dormitorios.
Cada habitación es singular, como si se tratara de pequeñas casas entre medianeras o apiladas. No hay repetición en serie gracias a la combinación varios elementos: la forma y dimensiones interiores, el color, el tipo y forma de los cerramientos y sus huecos, la relación con el exterior y los accesos. El color, que hace a cada una identificable desde el exterior, se ha aplicado con el mismo fin sobre la puerta de acceso interior.
Las circulaciones interiores tienen algo de urbano, como calles o plazas de un pueblo. Algunas son estrechas y en pendiente, otras más anchas salvan desniveles sólo a un lado o en un pequeño tramo, otras dan un rodeo para llegar al mismo sitio. Aunque básicamente rectas, van teniendo pequeñas irregularidades en su trazado que permiten situar algún asiento o favorecer el encuentro fuera de las zonas de estar. Existen rampas que salvan plantas enteras. Todas las circulaciones interiores reciben abundante iluminación natural.
La cubierta de la planta baja se ha ajardinado con criterios de cubierta ecológica, aunque con zonas pavimentadas. Es el espacio más importante del conjunto y tiene la forma de una plaza ajardinada situada en una cornisa natural, con vistas sobre el Valle del Tiétar y la Sierra de Gredos. Las habitaciones de esta planta se han apropiado de parte de la plaza con unos patios. Están delimitados por bancos que se han alicatado con el color de cada habitación.
La cubierta de la planta primera es una ladera con hierba al sol, que en las noches de buen tiempo servirá como cine de verano.
Materiales. Muros de fábrica, tabiquería de Pladur, revestimientos en fachadas de pizarra, morteros coloreados y piezas de gresite. Pavimento de parqué industrial de roble en toda la superficie.
Ficha técnica
Situación: Herreruela de Oropesa, Toledo. España.
Promotor: María Jesús Ramos Castaño
Autor: Julio César Moreno Moreno, arquitecto
Colaboradoras: Izabela Wieczorek, arquitecta y Rosa Urbano, arquitecta
Arquitecto técnico: José Antonio Madrid Moreno
Constructora: María Jesús Ramos Castaño
Fotografía: Félix Fuentes / Imagen subliminal / Julio César Moreno Moreno
Superficie construida: 3.192,10 m2
Presupuesto por contrata: 1.911.218 €
Proyecto: 1999
Año de finalización: 2002
Empresas colaboradoras: Construcciones Chiquero; Revestimientos Eusebio Colilla; Execón, S.A. (Impermeabilización); Esmeyfor, S.L. (Estructura); Parquets del Tajo; Alucri, S.L. (Carpintería); Aire (Paisajismo)
ENLACES EXTERNOS
http://imagensubliminal.com/residencia-de-la-tercera-edad-en-oropesa/?lang=es
http://www.via-arquitectura.net/13/13-044.htm