Aunque parecen pareados, estos apartamentos son gemelos. Son iguales y se tocan de frente compartiendo un muro ciego. Con una sencilla operación de desplazamiento de la cumbrera, se ha dotado a cada apartamento de cuatro orientaciones pese a estar pegados por un muro medianero completo. Se produce así una extraña servidumbre mutua sobre el tejado, que aporta luz y vistas del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama. Como dos personas que se abrazan, cada una mira sobre el hombro de la otra.
La estructura es la tradicional en la zona, de madera de pino de Valsaín. Se han elegido en un aserradero cercano árboles enteros como correas de la cubierta. Ya en obra se han colocado apoyados, con la parte más delgada en voladizo sobre una gran viga transversal. Y, por último, en el vuelo se les han practicado unos cortes a media madera para formar una articulación en la cumbrera.