Inspirada en la casa Chitarrini de Mario Ridolfi y en la línea Palissade de los hermanos Bouroullec, la barandilla de la escalera principal de la casa empieza y termina en dos asientos que dan lugar a dos rincones muy definidos espacialmente que, sin embargo, ofrecen un uso indeterminado. Esta peculiaridad permite que se puedan desplazar hasta allí funciones de estar, descanso, trabajo o espera, propias de las estancias de la casa que las tienen asignadas.